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La Proteccion Ejecutiva, En Ascenso

​De acuerdo con un informe reciente liderado por Equilar (empresa que analiza datos sobre remuneración de ejecutivos y gobierno corporativo) sobre análisis de beneficios y prestaciones de ejecutivos de empresas que comprenden el Fortune 100, Amazon gastó $1.6 millones en beneficios relacionados con la seguridad de su CEO, Jeff Bezos. Si bien Amazon no detalla qué se incluyó en el gasto, los funcionarios de la empresa declararon en una presentación ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos [SEC, por su sigla en inglés] que el dinero se destinó a cubrir diversos arreglos de seguridad para Bezos, en los que se incluyó seguridad en los viajes de negocios y en las instalaciones de la empresa. “Consideramos que todos los costos de seguridad incurridos son razonables y necesarios y redundan en beneficio para la empresa,” declara Amazon en la presentación.

Según el mismo reporte, a Amazon la sigue Oracle que gastó $1.5 millones en seguridad durante el 2013 para el entonces CEO, Larry Ellison. La siguiente en la lista de Equilar es Disney, que gastó $584,075 en servicios de seguridad para el CEO Bob Iger, seguida por Berkshire Hathaway, que gastó $385,606 para proteger al CEO Warren Buffett, y FedEx, que gastó $320,428 en servicios de seguridad para el CEO Fred Smith.

Es evidente que la concepción de la protección ejecutiva asimilada a un CEO canoso rodeado por un cúmulo de guardias musculosos, pasó de moda. El campo de la protección personal evoluciona rápidamente en la medida en que el servicio forma parte - cada vez más - de las estrategias del negocio corporativo.

En la actualidad, es más preciso pensar en el servicio de protección de ejecutivos como el de un profesional que ayuda a otro; se puede decir “facilitador”. La protección y el trabajo detallado siguen siendo parte de la tarea, pero se pone cada vez más énfasis en agregar valor a otros aspectos, como por ejemplo facilitar el trabajo y la misión del ejecutivo cuando está de viaje.

“Cada vez hay más profesionales de la protección que provienen de ambientes empresariales, que comprenden el negocio,” dice George Taylor, vicepresidente de operaciones globales de iJet, una empresa que se especializa en soluciones de gerenciamiento de riesgo operativo.

Este concepto permite que el profesional de la protección se integre con mayor eficacia al equipo del ejecutivo, agrega Taylor. Por ejemplo, en la etapa de planificación de la tarea, el profesional experto en protección comprende las preocupaciones de la empresa, como el retorno de la inversión y que las prácticas sean efectivas con relación al costo. Esto permite establecer una mejor relación entre las dos partes y facilita el trabajo de todos. “No puedes comportarte como un elefante en un bazar solo porque estás a cargo de la protección,” dice Taylor.

Los ejecutivos de Fortune 100 no son los únicos que necesitan protección. Cada vez hay más empresas, grandes y pequeñas, que buscan abrir mercados en el exterior y expandir los existentes. Para sus ejecutivos, esto puede significar más viajes por negocios, a veces a países con cierta inestabilidad, lo que aumenta la demanda de servicios de protección. “El mundo ha cambiado. La situación empeora,” dice Taylor.

Y a medida que el mundo cambia, la práctica de la protección de ejecutivos, en constante evolución, también evoluciona. Uno de los principales impulsores del cambio ha sido la tecnología, que algunos profesionales consideran una arma de doble filo para la profesión. Por ejemplo, una simple búsqueda de Google puede servir como “descarga de datos” de un ejecutivo, lo que da información a adversarios potenciales que podría ayudar al momento de planear un ataque. Dada esta situación, el acoso cibernético hacia las empresas y las personas que las dirigen es cada vez más común, por lo que se incrementa la cantidad de profesionales de la protección familiarizados con herramientas informáticas que controlan la información en línea. “Es necesario ser experto en tecnología,” dice Taylor. “Ya no se puede trabajar en una sola dimensión.”

Las comunicaciones electrónicas también significan una potencial vulnerabilidad. El ejecutivo puede usar una red interna segura para comunicarse con el personal, pero muchos se comunican a través de otros canales, y la mayoría de ellos pueden estar comprometidos. “Cuando se sale de la red [segura] se debe comprender que nada de lo que se comunique es confidencial,” dice W. Douglas Fitzgerald, CPP, presidente y CEO de Fitzgerald Technology Group, Vicepresidente Senior del Consejo de la Comisión Ad Hoc de Protección de Ejecutivos de ASIS.

La tecnología, y la proliferación de aparatos han transformado el campo de juego, explica Fitzgerald. Tradicionalmente, los miembros del equipo se podían identificar con rapidez—eran los que tenían aparatos en las orejas. “Ahora también llevan aparatos en la oreja—los iPhones y iPods y iPads,” dice.

Cualquiera que esté mirando su smartphone puede en realidad estar grabando un video de vigilancia de las operaciones del equipo en el terreno. “Para el adversario es mucho más fácil hoy en día, ya no se trata de estar parados con larga vistas”, dice Fitzgerald. La capacitación también evolucionó y es más sofisticada, es prácticamente un camino de ida y vuelta. Los profesionales de la protección en general informan a los ejecutivos con respecto al proceso de protección y sobre qué hacer y qué no hacer en cuanto a seguridad personal. “Lo que los profesionales de la protección tratan de hacer es enseñarles algunos de los trucos más comunes y las mejores prácticas de supervivencia,” dice Fitzgerald. Al mismo tiempo, ellos mismos aprenden y almacenan información adicional sobre el ejecutivo (medicamentos recetados y otras necesidades de salud y sociales) que pueda ser necesaria en la actividad diaria.

Las sesiones de capacitación también pueden ayudar a desarrollar la relación entre quien brinda protección y el ejecutivo, componente crucial para que la operación sea exitosa. “Pasaron ya los días en que se presentaban los individuos y decían: ‘Hola, mi precio es $600 por día’,” dice Taylor. En el mejor de los casos, se desarrolla una relación de respeto y comunicación entre las dos partes, que puede mejorar el servicio. Sin embargo, los profesionales de la protección deben tener cuidado de no sentirse demasiado cómodos con el ejecutivo, para no correr el riesgo de bajar la guardia. “Se transita por una línea muy delgada cuando se crea esa relación,” agrega Taylor.

Además, algunos profesionales de la protección forman relaciones de trabajo con otros miembros de la empresa, no solamente con el CEO. A medida que crece la idea de que la protección de los ejecutivos es una función estratégica de la actividad empresarial, algunos profesionales de la protección aumentan la coordinación con el personal de otros departamentos, tales como gerenciamiento de instalaciones, recursos humanos y comunicaciones corporativas.

Y en el ambiente de negocios de hoy en día, es una realidad que la mayoría de las empresas buscan maximizar el valor de la empresa para los accionistas y, por lo tanto, lograr el máximo de productividad por parte de su CEO. Como resultado, el servicio de protección ejecutiva que facilita un viaje seguro, sin altibajos, con apariciones en público para que pueda capitalizar las nuevas oportunidades de mercado y las posibilidades de negocios, es en sí mismo un producto valioso.

“La seguridad es un facilitador. La seguridad es un valor agregado,” dice Taylor. “Los ayuda a ser más eficientes.”

Traducido por Pablo Colombres, CPP (Chief Operating Officer of GIF Consultora​, a worldwide Investigations and Security Consulting firm based in Argentina)

​To view the English version, click here.

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